Renovación integral de la LAV Madrid-Sevilla

Seguimos haciendo posible la movilidad del futuro

El 21 de abril de 1992, el primer tren sobre una infraestructura de alta velocidad en nuestro país completó los 470,5 km que separan Madrid de Sevilla en dos horas y cincuenta minutos. Convertida en la mayor obra de ingeniería ferroviaria realizada hasta ese momento en España, arrancaba así un proceso de transformación sin precedentes de un ferrocarril.
Tres décadas después del inicio de su explotación, la primera línea de alta velocidad en España aborda su renovación integral, con inversiones de más de 700 millones de euros, para mantener los estándares de fiabilidad y seguridad y responder al reto de la liberalización.

Actuaciones 

Las actuaciones van dirigidas a la renovación de la infraestructura para acondicionar sus viaductos y túneles, así como elementos de superestructura, como traviesas, balasto y desvíos.
 
Asimismo, se renovarán las instalaciones de señalización y telecomunicaciones para la implantación del ERTMS en su nivel 2 y el sistema ASFA digital y otras instalaciones como enclavamientos, sistemas de protección de tren, detectores de caída de objetos o telecomunicaciones fijas. 
 
Además, se renovarán las instalaciones de telecomunicaciones y energía -junto a la sustitución de catenaria-, y las de videovigilancia y seguridad.
Impermeabilización del tablero de nueve viaductos (3 km) a lo largo de los 32 km que atraviesan Sierra Morena, en Córdoba. En su ejecución, están involucrados más de un centenar de profesionales y maquinaria diversa (locomotoras, bateadoras, torres de iluminación, retros biviales) en una de las principales actuaciones del programa de renovación, la mejora de infraestructuras.
La renovación integral aborda la sustitución en dos fases de desvíos, los elementos que hacen posible que los trenes cambien de una vía a otra. En total, se sustituirán 110 desvíos con la tecnología más avanzada, aptos para velocidades máximas de 350 km/h.

Reto técnico y de planificación 

Las obras representan un gran reto técnico y de planificación, al desarrollarse durante la banda de mantenimiento nocturno. La dimensión y el volumen de algunos de los trabajos requiere, en algunas ocasiones, ampliar las bandas de mantenimiento; suspender temporalmente el tráfico en una de las vías, manteniendo la circulación por la otra; o limitar de forma temporal la velocidad en tramos determinados.