Actuaciones llevadas a cabo en la línea

Línea Madrid-Galicia

Dron Aparato via

Los trazados ferroviarios gallegos siempre han estado condicionados por un accidentado relieve que ha dificultado las comunicaciones ferroviarias con el centro peninsular.

El nuevo acceso a Galicia arranca en la bifurcación de la Línea Madrid-Valladolid en Olmedo y finaliza en Santiago de Compostela, donde enlaza con el Eje Atlántico gallego. Es un nuevo trazado de 434,86 km de longitud.

Tramo Olmedo-Zamora. 99 km. En servicio

Este tramo, inscrito en la LAV Madrid-Galicia, parte de la LAV Madrid-Segovia-Valladolid, a la altura de Olmedo.

Tiene una longitud total de 99 km en ancho estándar o UIC (1.435 mm) y está diseñado para circulaciones de hasta 350 km/h. Dispone de electrificación 2x25 kV 50 Hz en corriente alterna, sistemas de control de tráfico ERTMS y Asfa y sistema de comunicaciones móviles GSM-R.

El trazado incluye 15 viaductos, dos pérgolas, los PAET de Medina y Toro (Zamora), una nueva estación en Medina del Campo y la adaptación de la ya existente en Zamora.

Entre los puntos singulares del trazado destacan los viaductos sobre el río Trabancos (874 m), arroyo Pitanza (820 m) y río Duero (620 m).

Tramo Zamora-Pedralba. 110 km. En servicio

El siguiente tramo, Zamora-Pedralba es el más largo de la línea y discurre desde el centro hasta el extremo noroeste de la provincia de Zamora, en un nuevo trazado independiente de la línea convencional Zamora-A Coruña y al este de la misma. Tras salvar el embalse de Ricobayo discurre luego por terrenos llanos junto a la sierra de la Culebra. El terreno se vuelve más abrupto en el entorno de Puebla de Sanabria, con un trazado a media ladera que obligará a construir pequeños túneles hasta enfrentarse con la Portilla del Padornelo, que da acceso al valle de Lubián, ya lindando con Galicia.

Adaptación de la estación de Zamora

Las actuaciones realizadas por Adif Alta Velocidad en la estación de Zamora han incluido trabajos de plataforma para vía doble a lo largo de 2.880 m de longitud en la zona de la propia terminal, y efectuado una reordenación completa de la playa de vías, coexistiendo las vías de alta velocidad y las correspondientes a la línea de ancho convencional Medina-Zamora-A Coruña.

También se han construido tres andenes con pasos inferiores y marquesinas, una nave de mantenimiento y un nuevo enclavamiento electrónico de red convencional, así como la instalación de ascensores, sistemas de información e iluminación.

Como parte de la integración de la alta velocidad en la ciudad de Zamora, se encuentran además las obras correspondientes a la adecuación y remodelación del edificio de la estación

Tramo Pedralba-Ourense. 119 km. En servicio

Este tramo supone la entrada de la línea en Galicia. Cruza transversalmente la provincia de Ourense desde el límite con Zamora, en el sureste, con un trazado que transita por la localidad de A Gudiña y se dirige al norte de la autopista A-52 hasta la capital provincial.

Es el tramo más complejo de toda la línea desde el punto de vista orográfico y geotécnico. Por este motivo, en un principio, no se contemplaba  vía doble en todo el trayecto, sino que se utilizaba el actual túnel de Padornelo en vía única. Posteriormente, el Ministerio de Fomento reformó los proyectos iniciales en el sentido de construir un nuevo túnel de Padornelo por la derecha, en sentido Galicia, dejando el túnel actual para la otra vía.

La complicada orografía de la zona y la premisa de conseguir unos parámetros propios de alta velocidad obligan a que gran parte del trazado discurra en túnel hasta su destino final, la estación de Ourense-Empalme. Esta estación está llamada a ser un estratégico nudo de alta velocidad, ya que será el origen y destino no sólo del tramo a Santiago, sino también de los que se dirigirán a Lugo, por un lado, y a Pontevedra y Vigo, por otro, dos actuaciones básicas para extender la alta velocidad en Galicia.

Tramo Ourense-Santiago. 87,1 km. En servicio

El cuarto tramo es el primero de la línea puesto en servicio, el 10 de diciembre de 2011, a la vez que se extendía el servicio hasta A Coruña, tras ejecutar Adif la electrificación del tramo Santiago-A Coruña. 

Las obras de construcción de plataforma se iniciaron en 2004. El recorrido atraviesa las provincias de Ourense, Pontevedra y A Coruña en dirección noroeste, siguiendo el corredor de la A-53, hasta enlazar con el Eje Atlántico cerca de Santiago de Compostela.

Junto al tramo anterior, es la parte más complicada de todo el trayecto. Para salvar la difícil orografía de la zona y reducir el impacto medioambiental ha sido necesario construir un total de 38  viaductos y 31 túneles, lo que supone más del 57% de la longitud total de todo el tramo.

Con respecto a la línea convencional, acorta la distancia actual entre Ourense y Santiago en 38,9 km.

Un aspecto muy importante de este tramo es el respeto a las zonas medioambientalmente valiosas que ha atravesado, adoptándose medidas de protección, recuperación y protección al patrimonio que en algunas zonas han llegado a superar el 33% del presupuesto de la obra.

Tramo Santiago-A Coruña, 65,1 km. En servicio

Este tramo pertenece al Eje Atlántico, que discurre de norte a sur por la fachada atlántica, entre A Coruña y Vigo a lo largo de 155,6 kilómetros.

La línea previa existente ha sido objeto de una mejora integral, mediante duplicaciones de vía, variantes de trazado y electrificación del trayecto entre ambas ciudades. El 37,4% del  tramo está constituido por estructuras singulares, en concreto 17 túneles (20,2 km) y 10 viaductos (2,8 km).

El 10 de diciembre de 2011 se inauguró la nueva conexión entre Ourense, Santiago y A Coruña.